Hace apenas algunas semanas, Toshiba anunciaba el abandono definitivo de su formato de vídeo de alta definición HD-DVD, dejando el campo libre a la alternativa impulsada por Sony, su máximo rival. Blu-Ray se convertía así oficialmente en el único heredero del DVD. La guerra, que a muchos recordaba la que en los ochenta enfrentó a los formatos Beta y VHS, parecía haber terminado, y además con un claro vencedor.
Pero la victoria del «rayo azul» puede haber llegado demasiado tarde. Ante la indecisión de un mercado paralizado de hecho durante años por la competencia entre HD-DVD y Blu-Ray, los últimos tiempos han visto nacer, y desarrollarse con rapidez, una nueva forma de acceder a los contenidos audiovisuales. Fabricantes de tecnología, como Apple, Microsoft o Linksys, operadoras de telefonía, entre ellas Telefónica en España, y numerosas cadenas de televisión por cable ofrecen ya películas y toda clase de programación a través de internet. Y muy pronto estarán en condiciones de hacerlo masivamente y bajo los estándares de la alta definición.
Es tal el auge de la oferta audiovisual online, a caballo de conexiones a la Red cada vez más rápidas, que muchos consideran irrelevante que un formato concreto de disco haya conseguido por fin desbancar al otro. El DVD, dicen los analistas, tiene los días contados en cualquiera de los casos.
Los competidores del DVD
Desde el mes de febrero, por ejemplo, Apple ha comenzado a servir películas en alta definición (en régimen de alquiler) a los usuarios de su sistema AppleTV en Estados Unidos. Y si bien es cierto que por ahora lo hace con una resolución de 720 pixels (la misma que pueden reproducir los televisores de pantalla plana «HD Ready»), muy pronto estará en condiciones de hacerlo también en 1080 pixels («Full HD»), que es la calidad que ofrecen ahora los discos Blu-Ray.
Aunque a una considerable distancia de la marca de la manzana, otras firmas de tecnología, como NetGear o Linksys, también han decidido jugar en el campo de la descarga online de películas en alta definición y tienen en el mercado una gama de dispositivos que no deja de crecer. A diferencia de Apple, además, a cuya oferta sólo se puede acceder a través de su portal iTunes, algunos de ellos permiten también el acceso al servicio de cine online de Microsoft.
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Acosado por todas partes
La oportunidad de hacer negocio ha atraído también a gigantes de internet como Amazon, y tampoco ha pasado inadvertida a las principales operadoras de cable. En España, Telefónica planea ofrecer próximamente descarga de vídeo en alta definición a través de su plataforma Imagenio.
Vista la escena desde esta perspectiva, parece evidente que, lejos de terminar, la «guerra de la alta definición» no ha hecho más que empezar. Y que el sistema Blu-Ray de Sony aparece acosado por todas partes. Acoso al que hay que añadir, además, algunos problemas técnicos (no todos los reproductores en el mercado extraen de los discos su máxima calidad, ya que algunos de los estándares no están aún completamente definidos) y el hecho de unos costes demasiado elevados.
Habría que preguntarse, en este sentido, si realmente merece la pena gastar como poco 600 euros en un reproductor, y comprar películas en alta definición a 15-20 euros cada una, cuando un dispositivo AppleTV cuesta la mitad y que por 20 euros se puede ver una misma película hasta ocho veces.
Los defensores a ultranza del DVD aseguran que, si bien es cierto el empuje de las descargas online, faltan aún varios años para que se generalicen. Años que Blu-Ray puede aprovechar para implantar su sistema. Sin embargo, la velocidad de desarrollo de internet apunta a plazos mucho más cortos, que podrían no ir mucho más allá de 2010.
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