sábado, 12 de abril de 2008

Cien veces más memoria


IBM ha anunciado el desarrollo de un nuevo tipo de memoria informática que podría incrementar hasta 100 veces la capacidad de almacenamiento actual. La memoria, que lleva el nombre de "racetrack", podría reemplazar en el futuro a la memoria "flash" y los discos duros en la computadora.

Este nuevo dispositivo está basado en una tecnología conocida como "spintronics" que utiliza la nanotecnología para manipular el spin de los electrones para crear campos magnéticos en los que pueden ser almacenados datos. Si se utilizara la memoria "racetrack" en un reproductor MP3, se podría almacenar alrededor de medio millón de canciones o 3.500 películas.

IBM espera aplicar esta tecnología durante la próxima década.De acuerdo a un comunicado de la empresa, la tecnología para la fabricación costaría mucho menos que los modelos actuales, y la memoria funcionaría durante semanas con una carga simple de batería. "La promesa de la memoria 'racetrack' -que permite llevar enormes cantidades de información en el bolsillo- podría desencadenar toda una nueva generación de dispositivos y aplicaciones que nadie ha podido aún siquiera imaginar", ha dicho Stuart Parkin, quien encabeza el equipo
de científicos de IBM en el centro de investigación de San Jose, California.

Grabar en directo con calidad CD

Lo acaba de presentar Sanyo en Tokio. Una grabadora digital de altas prestaciones, dentro de su gama "Diply Talk", equipada con dos micrófonos orientables de alta sensibilidad y que garantizan grabaciones en directo en calidad CD.

Todo queda grabado en una tarjeta micro-SD, por lo que resulta la mar de fácil pasarlo al ordenador. Dicen los de Sanyo que la nueva grabadora móvil puede usarse para grabar conciertos en vivo (y en estéreo), recitales, obras teatrales...

Ojo, la cosa no empezará a venderse (en Japón) hasta finales de este mes.

martes, 1 de abril de 2008

Una querella contra el fin del mundo


Un tribunal norteamericano admite a trámite una demanda contra el laboratorio europeo para que no conecte el acelerador de partículas LHC

Para el norteamericano Walter L. Wagner y el español Luis Sancho, el fin del mundo está mucho más cerca de lo que nadie pueda pensar. De hecho, el día del juicio final podría coincidir, si alguien no lo impide, con la puesta en marcha (prevista para este verano) del LHC, el mayor acelerador colisionador de partículas jamás construído por el hombre.

Cuando la colosal máquina entre en funcionamiento en el CERN, el laboratorio de física europeo, cuyo anillo acelerador de 27 km. es el mayor del planeta, los científicos pondrán en juego fuerzas de una magnitud desconocida en el Universo desde su creación, hace 13.700 millones de años, en el explosivo instante que la Ciencia (y la opinión pública) conoce como «Big Bang».

Por eso, Wagner y Sancho han decidido poner una querella que impida, o que por lo menos retrase hasta que se disipen las dudas sobre su seguridad, la conexión de la gigantesca máquina. La demanda fue interpuesta el pasado 21 de marzo ante un tribunal de Honolulu, en Hawaii, donde Walter L. Wagner reside. Y afecta, además de al citado laboratorio europeo, también al Departamento de Energía de los Estados Unidos, al laboratorio de física norteamericano Fermilab y a la Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU., estos últimos por facilitar en distinta medida los preparativos finales y la puesta a punto del LHC en un momento en que la seguridad del acelerador no estaba aún garantizada. La primera comparecencia de las partes implicadas está prevista para el próximo 16 de junio.

«Juicio popular»

Y aunque nadie piensa en serio que esta acción judicial sea capaz de retrasar un proyecto internacional de gran envergadura y en el que Europa lleva trabajando casi dos décadas, sí es cierto que servirá para suscitar un auténtico «juicio popular» alrededor de una instalación científica y una tecnología que también cuenta con enemigos y detractores.

Wagner, que estudió física e investigó sobre rayos cósmicos en la Universidad de California en Berkeley, y Sancho, que se define a sí mismo como un «investigador de la teoría del tiempo», recogen en efecto las dudas y temores ya expresadas por algunos científicos.

Entre ellas, la posibilidad de que, al conectarse, el LHC sea capaz de generar uno o múltiples agujeros negros microscópicos, alguno de los cuales, en lugar de evaporarse, como predice la teoría formulada por Stephen Hawking, alcance una estabilidad que le permita crecer hasta «tragarse» al planeta entero. O la posibilidad de que se generen monopolos magnéticos, unas partículas «exóticas» que tendrían la capacidad de dejar «fuera de servicio» a los núcleos atómicos ordinarios. O que los quarks generados en los experimentos se unan entre sí de forma diferente a la habitual, contagiando a todos los átomos de la Tierra y convirtiéndola en un amasijo informe de materia extraña...